▷Coneja embarazada🐇- ¡Todo lo que necesitas saber!
Si tienes una coneja como mascota y sueles tenerla en espacios exteriores como por ejemplo un jardín, existe la probabilidad de que sea fecundada por un macho de su especie. En ese caso, es bueno que sepas distinguir si tu coneja está embarazada y va a tener crías para estar preparado en caso de que suceda.
¿Cómo saber si mi coneja está embarazada?
Ten en cuenta que las conejas pueden empezar a tener crías a partir de los 3 meses de edad, aunque no es nada recomendable para ellas. Por lo que si tu coneja aún no tiene 3 meses entonces no puede estar embarazada. A partir de los 2 o 3 años de edad, la coneja ya se considera mayor para tener crías, por lo que es menos probable que esté preñada.
Palpación
El método para saber si tu coneja está embarazada es mediante la palpación suave de su abdomen. Debes tener cuidado y ser muy hábil con la palpación para no dañar a los fetos o perjudicar su desarrollo. Si no te ves capaz lo mejor es que acudas a un veterinario. Los conejos bebés se pueden notar en su abdomen a partir de las 2 semanas de embarazo. Si está embarazada, notarás a los pequeños embriones dentro y serán del tamaño de una uva.
Aumento de peso
Otra forma de saber si tu coneja está embarazada es pesándola, pues cuando están esperando crías suelen aumentar de peso, aunque no muy drásticamente: una media de 0,03 kg la primera semana y 0,06 kg al final de la segunda semana.
Construcción de un nido
Un indicio que puedes buscar también es que la coneja haya construido algún tipo de nido, pues es lo que hacen cuando esperan bebés. La construcción de un nido puede suponer el desarrollo de su instinto maternal. Suelen construirlo con pelo y suele proteger la zona. Este factor no es del todo seguro porque las conejas también pueden sufrir embarazos psicológicos.
La mejor forma de saber si tu coneja está embarazada es acudir a un veterinario para que realice la palpación. Además, también podrá hacerle una ecografia o ultrasonido a partir de los 6 días de embarazo para estar 100% seguros.
Vídeo sobre cómo saber si tu coneja está embarazada
En este vídeo te damos algunos consejos para que puedas saber si tu coneja está preñada.
¿Cómo cuidar a una coneja embarazada?
Si estás seguro de que tu coneja está preñada es probable que te estés preguntando cómo debes cuidarla hasta el momento del parto. Aunque no necesitará de muchos cuidados, sí es cierto que necesitará nuestra atención.
Embarazo de una coneja
Lo primero que debes saber es que el embarazo de una coneja dura entre 28 y 31 días, de esta forma puedes calcular con más precisión cuándo va a dar a luz. Si no sabes cuándo sucedió el apareamiento, te recomendamos que vayas palpando de vez en cuando el abdomen de la coneja. El día que notes a los gazapos, unos pequeños bultos del tamaño de una uva, significará que lleva 2 semanas de embarazo.
Alimentación de una coneja embarazada
Durante el embarazo de tu coneja, no deberás racionarle la comida, si no que le proporcionarás toda la comida que desee, pues ahora se alimenta también por las crías que lleva dentro. Es importante que esté siempre hidratada, sobre todo si hace calor, pues con los cambios hormonales necesitará más agua. Es importante que le demos tanta comida y agua como necesite hasta el destete de las crías, pues si cuando nazcan las crías no tiene suficiente agua o comida, puede llegar a comerse a sus crías.
Nido
Las conejas suelen construir un nido para dar a luz y para ello suelen utilizar todo lo que encuentren como material: heno, hojas, ropa y su propio pelo que se arrancan. Por ese motivo, debemos facilitarle mucha cantidad de heno o paja suave. Si la coneja no tiene una jaula de buen tamaño deberás facilitarle una caja a modo de nido.
Estrés
Es importante evitar que nuestra coneja se estrese, por ello, deberemos sacarla un rato cada día para que se mueva libremente y haga ejercicio. También debemos también tratarla con suavidad y no cogerla, así como evitar cualquier situación que pueda provocarle ansiedad, pues podría tener un aborto. Debemos también mantener su rutina, pues si cambiamos sus hábitos o le damos demasiada atención puede agobiarse.
Cuando nazcan los gazapos, deberemos asegurarnos de que no salgan del nido porque necesitan el calor de la madre.
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