▷ El mono tití como mascota🐒 ¡Lo que tienes que saber!
Tití es el nombre “vulgar” que reciben los monos pertenecientes a especies de primates americanos, como por ejemplo, los tamarinos, los zocayos o los sahuíes.
Como mascota, se puede decir que tener a un mono tití no es una idea nada sensata.
Cabe mencionar que en la mayor parte de los casos consiste en animales que son cazados tanto de manera furtiva como ilegal, razón por la que gran parte de las 42 especies catalogadas actualmente se encuentran en peligro de extinción.
Además, dentro de ciertos países su tenencia se encuentra penada por la ley y únicamente alguna determinada especie es criada en espacios donde es posible asegurar que su procedencia es legal y que no es extraído del mundo salvaje.
No obstante, a pesar de que se opte por adoptar un mono tití que haya sido criado dentro un criadero autorizado, lo cierto es que debido a la complejidad social de estas especies y a su agresividad pese a su tamaño, al hacerlo hay que tenerlos en un espacio donde no existan determinadas circunstancias medioambientales. Lo más conveniente será no adoptar un mono tití como mascota.
Estructura social de los titís
Aunque los monos titís habitan dentro de grupos con un mayor o menor número de ejemplares, lo cierto es que no pueden concebir la vida completamente en solitario.
Suele ser común que entre los titís haya alguna hembra dominante la cual sea la única del grupo capaz de reproducirse, lo que deja al resto de las hembras e igualmente a los machos encargados del cuidado de los hijos.
En ciertas especies de titís, incluso la hembra dominante suele aparearse con distintos machos y secretar algunas feromonas capaces de inhibir la ovulación en las otras hembras que forman parte del grupo.
El tití de oreja de Santarem, también llamado Mico, se trata de un ejemplo de un grupo que posee alrededor de 5-15 individuos los cuales se encuentran gobernados por una pareja dominante.
Agresividad de los titís mascota
Dentro de los titís mascota es común que se presenten casos de agresividad cuando llegan a la adultez; lo cual normalmente se debe a que se encuentran solos y sin la compañía de algún otro ejemplar.
No obstante, tampoco resulta tan simple la solución que supondría adoptar a otro tití para que sirva como compañero para el primero ejemplar, dado que varias especies se caracterizan por ser territoriales y no aceptar fácilmente ejemplares que no formen parte de su grupo familiar.
El tití de manto dorado, científicamente llamado “Saguinus tripartitus”, consiste en un ejemplo de especie la cual se encuentra en la frontera en medio de la amenaza y la preocupación por la integridad de la especie.
Tanto la captura ilegal como la destrucción de su hábitat recaen de manera funesta sobre este extraordinario animal originario de la selva amazónica de Perú y Ecuador. Esta especie habita en grupos que poseen entre 6-9 miembros.
Mascota “exclusiva”
Los titís provenientes de criaderos legales se encuentran en un estado mental intermedio; y es que por una parte cuentan con la carga genética ancestral grabada en sus genes por miles de años, mientras que por la otra, por decirlo de alguna manera, no han tenido la posibilidad de aprender una “conducta correcta” de sus padres.
Lo cual les genera no solo inseguridad e incapacidad para relacionarse con otros ejemplares de su especie, sino también una gran desorientación.
De igual modo, los criadores humanos tampoco cuentan con suficiente tiempo para ayudar a desarrollar un buen comportamiento en sus ejemplares, debido a que suelen ser dados en adopción antes de alcanzar los dos meses de vida, ya que de lo contrario será muy complicado que los titís sean dóciles, lo cual dificultará la tarea de sus adoptadores al querer adiestrarlos.
Usualmente, los titís de criadero suelen ser animales bastante celosos y no aceptan positivamente la competencia no sólo con otras mascotas, sino también con bebés recién nacidos que puedan estar dentro del hogar.
Han sido registrados casos de monos titís que muestran agresividad hacia los niños; sin embargo, contra gatos y perros suele ser menos común debido a que los mismos son animales que se defienden y tienen más fuerza que los titís. Sin embargo, esto genera cierto resentimiento en los titís, el cual termina canalizando hacia sus cuidadores a través de mordeduras, arañazos y defecación alrededor de todo el hogar cuando se encuentran sueltos.
Es posible enseñarles a hacer sus necesidades en algún sitio específico cuando son adoptados en edades muy jóvenes, sin embargo, bajo ciertas circunstancias podrían llegar a desobedecer intencionadamente la indicación.
El tití de cabeza blanca, conocido científicamente como “Callithrix geoffroyi”, se caracteriza por ser la especie de tití que se adopta como mascota con mayor frecuencia.
Tráfico de titís
Hay numerosos casos donde las crías de tití son traficadas de manera ilegal; razón por la cual este terrible comercio suele causar que gran parte de las 42 especies que existen de estos simios platirrinos, estén actualmente amenazadas.
Es por ello que antes de considerar la idea de adoptar un tití, conviene informarse adecuadamente sobre la legislación vigente acerca del tema. Es posible que haya múltiples multas cuando se transgrede la ley, incluso si se hace involuntariamente al no conocer las leyes que protegen a estas especies animales.
El tití de pincel negro, científicamente denominado “Callithrix penicillata”, igualmente llamado mico-estrella, está entre los ejemplos de una especie que se encuentra amparada bajo la Ley de Delitos Ambientales brasileña, la cual ejerce penas de prisión sobre los furtivos.
Adopción de titís
Es preciso que quede claro que con el propósito de adoptar un mono tití como mascota, resulta esencial que la procedencia sea legal y pueda ser acreditada a través de los documentos legales.
De igual manera, es fundamental que el control veterinario sea exhaustivo y llevado a cabo por un profesional especializado en simios; ya que los monos, además de desarrollar patologías que podrían afectarlos, suelen ser igualmente portadores de dolencias severas que podrían trascender incluso hasta el ámbito humano.
Además, el veterinario tendrá que establecer la pauta dietética que deberá seguir el tití.
Asimismo, en esencia necesitaran una habitación que se encuentre acondicionada únicamente para ellos, la cual disponga de comederos, bebederos, cuerdas, troncos, plantas y otros juguetes, ya que los titís son de animales realmente muy activos, los cuales al ser confinados dentro de espacios reducidos podrían llegar a desarrollar artrosis debido no solo a la falta de ejercicio, sino también a la ansiedad y el estrés.
Una higiene escrupulosa y diaria tendrá que ser que se llevada a cabo, ya que dentro de la naturaleza varias especies de titís suelen defecar encima de sus extremidades con el fin de optimizar su agarre; lo cual es compensado tanto con la humedad que caracteriza al ambiente de la selva como con la profusión de agua, algo que resulta bastante complejo de recrear dentro de un hogar.
Sin embargo, es preciso no pasar por alto que los monos titís no son animales que tengan que vivir bajo ninguna circunstanciadentro de un hogar como si se tratase de mascotas comunes, ya que ésto no sólo los aleja de los otros miembros de su especie, sino que además favorece el tráfico de especies y termina por condenar al tití a una vida en cautiverio.
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