¿¿Cuándo se considera un gato adulto?

¿De qué forma entendemos que está avejentando?

• Normalmente, la primera cosa que apreciamos es la ralentización de sus ocupaciones: de a poco apreciamos que nuestro gato pasa el menor tiempo jugando o paseando, y pasa mucho más tiempo tumbado al sol o intentando encontrar caricias y comodidades.
• Otro de los síntomas más habituales es que, a consecuencia de la disminución de la actividad, nuestro gato pierde el apetito y come bastante menos que hace unos años. Ojo con comenzar a ofrecerle de comer por capricho ahora mismo, por el hecho de que podríamos hacerle subir de peso, y es algo que deseamos eludir a toda costa, más que nada en esta etapa. En verdad, si pierdes el apetito, hay que primordialmente a un ajuste natural de tu metabolismo: como gastas mucha menos energía, tienes menos necesidad de comer.
• No obstante, si tu gato come bastante menos que antes, es hora de revisarle la boca. Con la edad, varios gatos tienen inconvenientes de encías. Amontonan sarro, y este acaba generando una inflamación que provoca que comer sea lamentable. Si notas mucho más sarro de lo frecuente, o notas que sus encías están rojas o inflamadas, llévalo al veterinario a fin de que te asista con este inconveniente.
• Además de esto, hay gatos que con la edad padecen dolores articulares y musculares. Esto quiere decir que no solo dejan de ofrecer saltos y van a sitios a los que antes llegaban sin inconvenientes, sino tienen la posibilidad de dejar de utilizar su sandbox por la inestabilidad o el ahínco que piensa entrar a la caja, e inclusive ir sobre él. Ciertos gatos defecan al lado de la caja, no dentro. Si es de esta manera, busque una bandeja inferior y de grano mucho más fino.
• Otro inconveniente derivado de los dolores musculares y articulares es la carencia de higiene.
  
  El mal le impide entrar de manera cómoda a la limpieza en algunas unas partes de su cuerpo.
• Exactamente la misma sucede con los humanos, en el gato mayor tenemos la posibilidad de ver una pérdida de claridad de los sentidos (disminución de la visión, el oído, el olfato…), lo que a veces les hace parecer un tanto despistados
• Un accionar parcialmente común en los gatos mayores con inconvenientes nefríticos es que comienzan a mear en sitios diferentes a su caja, como sofás, alfombras, camas, etcétera. Si notas este accionar en tu gato, posiblemente tu veterinario te aconseje un análisis de orina para revisar que todo está bien.

Además de esto, los gatos mayores tienen mucho más posibilidades de padecer incremento de peso, diabetes y otras anomalías de la salud. Por este motivo, desde los 8 años se aconseja una visita de forma anual al veterinario para hacerle una revisión completa y comentar las pequeñas incidencias que logren acontecer en su salud.

Preséntalo y incentiva su familiarización

Es una gran idea sostener en un inicio a tu gato en otra habitación el día de su llegada. Rodéalo de sus cosas preferidas. Esto te va a dar la posibilidad de llegar relajado con el gato y ofrecerle una primera ronda de aclimatación de toda la vivienda.

Ahora, deja que el gato adulto salga y huela al gato a lo largo de unos minutos mientras que lo tienes en brazos o en una jaula. Transporta a tu pequeño a la habitación antes lista, dejándolo examinar su nuevo ambiente.