▷ El embarazo de la perra semana a semana🐕
Que tu perra se quede embarazada puede ser una experiencia especial y maravillosa si se trata de un embarazo buscado y se hace con responsabilidad, sin embargo, si se trata de un embarazo accidental y no se sabe quién adoptará a todos esos cachorros puede provocar muchos dolores de cabeza.
Si crees que tu perra podría estar embarazada y tienes dudas sobre esta etapa, no te preocupes, porque en este artículo te contaremos cómo es el embarazo de la perra semana a semana, y cuáles son los cuidados que debe recibir una perra embarazada y los síntomas que podría presentar, entre otras cosas.
No obstante, siempre es conveniente que la lleves al veterinario para que le hagan una ecografía con el fin de saber cuántos cachorros tendrá. Además el especialista podrá brindarte algunos consejos y recomendaciones que serán de gran ayuda durante todo el proceso. Aquí tienes tu guía completa sobre todo lo que necesitas saber si tu perra está embarazada.
Síntomas de una perra embarazada
Es posible que no sepamos seguros si nuestra perra está embarazada, pues que haya habido cópula no significa necesariamente que se haya producido una fecundación. Por ese motivo, es importante saber reconocer qué síntomas tiene una perra embarazada, pues se presentan ciertos síntomas que evidencian que ha comenzado el proceso de gestación.
Debemos tener en cuenta que los síntomas de embarazo serán los mismos sea cual sea la raza de nuestra perra, sin embargo, no tendrán los mismos síntomas una perra que lleve sólo un mes preñada que los que tendrá una que está a punto de dar a luz.
Éstos son los síntomas de una perra embarazada:
Vientre abultado
Aproximadamente a los 30 días de gestación, a través de un examen físico, el veterinario podrá realizar la palpación del útero para confirmar que la perra está preñada.
Ciclo
Por lo general, una perra suele tener el celo 2 veces cada año, aunque puede oscilar entre cuatro y trece meses. Sin embargo, un cambio en su ciclo no es un síntoma fiable de embarazo, pues los cambios hormonales pueden también alterarlo. Deberemos fijarnos en si presenta otros síntomas.
Flujo vaginal
Durante el embarazo, las perras suelen presentar constantes cambios en cuanto al flujo vaginal, por lo que es posible percibir descargas vaginales transparentes y/o de color blanco. El flujo nunca deberá presentar sangre ni ser de color negro o verde.
Estado de los pezones
Cuando una perra está preñada sus pezones crecen y se tornan más oscuros a lo largo de la gestación. Éste es posiblemente el síntoma de embarazo más evidente.
Comportamiento
Si nuestra perra está preñada, es posible que se muestre anormalmente activa o todo lo contrario, que esté considerablemente más apática. Suele ser común que rechace el contacto con otros canes, sobre todo con los machos, al mismo tiempo que muestra una actitud más arisca o afectuosa hacia sus dueños.
Un cambio que se puede apreciar también en su comportamiento es el instinto de anidación, por lo que buscará sitios cómodos y discretos dónde esconderse para tener a su camada.
Los cambios en el comportamiento de nuestra perra no son un indicador muy fiable para saber si está embarazada o no, pero es un factor que nos puede ayudar.
Alimentación
Se trata de un aspecto esencial durante el embarazo canino. La mayoría de las perras que están embarazadas suelen presentar un mayor apetito, sin embargo, también hay perras que pueden dejar de comer los alimentos que habitualmente comen.
Explicaremos más a fondo la alimentación de la perra embarazada en la sección de cuidados más abajo.
Vómitos
Aproximadamente a los 35 días de gestación, la perra podría presentar algunas molestias, que pueden llegar a ser vómitos. Esto se produce cuando el útero se gira y se repliega.
En el caso de que nuestra perra tenga alguno de estos síntomas es probable que se encuentre en estado de preñez, aunque no es seguro, pues también podría tratarse de un embarazo psicológico.
¿Como estar seguros de que una perra está embarazada?
Lamentablemente no existe ningún tipo de test de embarazo para perras que nos pueda confirmar que está embarazada. En caso de que sospechemos que puede estarlo, acudir al veterinario de confianza será la única forma de confirmarlo.
Puede pasar que nuestra perra muestre todos los síntomas que hemos descrito anteriormente pero que no esté embarazada. Se trataría de un embarazo psicológico, un problema muy frecuente en perras que no están esterilizadas.
Un embarazo psicológico puede ocurrir tanto si ha habido monta como si no y es provocado por un desajuste hormonal. En el caso de que nuestra perra presente un embarazo psicológico puede llegar a tener problemas en su salud, pues experimentará cambios en su comportamiento y producirá leche como si realmente estuviera preñada, algo que puede provocarle una infección si no se la trata de forma adecuada.
Es posible que el veterinario incluso nos llegue a preescribir medicamentos y si el embarazo psicológico es persistente puede que nos recomiende castrar a nuestra perra.
¿Qué pruebas hay que hacerle a una perra embarazada?
Es muy importante que el veterinario le realice las pruebas necesarias no sólo para saber si está embarazada si no para comprobar el estado de los cachorros y la salud de la madre.
Éstas son las pruebas de embarazo que se le puede realizar en una clínica veterinaria:
Palpación
Se puede realizar a partir de los 30 días des de la cópula. Éste es el método más económico para confirmar que la perra está preñada, sin embargo, se requiere de mucha habilidad y no es del todo fiable. Además, esta prueba no nos ayuda a comprobar el estado de los cachorros ni el estado de salud de la madre.
Análisis de sangre
A partir de los 30-35 días de gestación, mediante un análisis de sangre se puede confirmar el embarazo por la presencia de la “relaxina”, la hormona del embarazo. Con esta prueba podremos comprobar cuál es el estado de salud de la perra pero no cuántos cachorros va a tener.
Radiografía
Se le puede realizar una radiografía a la perra a partir de los 45 días de gestación, pero es recomendable hacerla en el último trimestre de embarazo, pues es cuando el riesgo para los cachorros es mínimo. Con esta prueba podremos conocer cuántos cachorros va a tener y si tienen alguna malformación.
Ecografía
La prueba que más se recomienda hacerle a una perra embarazada es la ecografía, porque con ella podemos saber cuántos cachorros hay y si están vivos. Se puede hacer una ecografía a partir de los 25-35 días de gestación, pero debe realizarse correctamente para no correr el riesgo de no ver algún cachorro escondido.
¿Cómo saber cuántas semanas de embarazo tiene mi perra?
Una vez hechas las pruebas anteriores, el veterinario establecerá de manera aproximada cuántas semanas de embarazo tiene nuestra perra; lo cual será de gran ayuda para brindarle los cuidados adecuados durante este periodo tan delicada.
¿Cuánto dura el embarazo de una perra?
El embarazo canino dura alrededor de 65 días, pero es posible que esta cifra varié dependiendo del tamaño y la experiencia de la perra, al igual que de otros factores; de manera que resulta muy difícil establecer con exactitud el momento del parto, incluso para veterinarios con mucha experiencia. Hay perras que tienen un embarazo que dura entre 58 y 63 días, pero otras puede atrasarse hasta los 70 días.
Otro factor que puede influir en la duración de cuántos cachorros se conforma la camada, pues si espera pocos cachorros su gestación durará menos días.
¿Cuándo se notan los cachorros?
Será sobre la semana 3 de gestación cuando el veterinario, a través de la palpación, podrá apreciar si hay embriones en el útero.
A partir de la semana 8, podremos notar nosotros mismos a los cachorros palpando suavemente el abdomen de la perra. Sólo debemos palparle la barriga muy de vez en cuando para no estresar a la perra con excesiva manipulación y deberemos hacerlo con mucha tranquilidad. El estrés puede afectar negativamente tanto en la salud de la madre como de los cachorros, así como a su desarrollo.
Etapas del embarazo de una perra
Ahora hablaremos sobre el desarrollo, semana a semana, del embarazo de la perra para saber cuáles serán sus síntomas y su comportamiento a lo largo del embarazo. No olvides llevarla al veterinario para cerciorarte que todo se encuentra bien y que el embarazo se desarrolla adecuadamente.
Éstas son las etapas del embarazo de una perra:
Fecundación
Para que una perra se quede embarazada es necesario que se produzca la fecundación mediante la cópula entre un macho un y una hembra, la cual dura entre 15 y 25 minutos. Cuando el macho monta a la hembra, eyacula entre 1 y 2 veces y después los dos perros se quedan en esa posición hasta que vuelve a eyacular y entonces se separan. Mientras se mantienen en esa posición no deben separarse porque eso podría causarles daño al no haberse producido aún la descompresión del bulbo del glande.
Una vez hecha la cópula, el semen del macho espera dentro de la vagina a que se produzca la ovulación de la hembra y pueda fecundar los óvulos.
Primera semana (0-7 días)
Durante la primera semana no suele percibirse ningún síntoma notable de embarazo, debido a que las células de los óvulos fecundados están empezando a dividirse (proceso que se llama “meiosis”) y está comenzando la gestación dentro del útero.
Segunda semana (8-14 días)
Durante la segunda semana las células continúan dividiéndose por lo que, al igual que la semana previa, no se advierten cambios visibles.
Tercera semana (15-21 días)
En esta semana los óvulos fecundados y divididos son implantados dentro del útero, generando unos “bultos” de 0,8-1 cm, los cuales serán los futuros cachorros. Es el momento de llevarla al veterinario para llevar a cabo un análisis sanguíneo y comprobar que se encuentra en buen estado de salud.
Cuarta semana (22-28 días)
En la cuarta semana los embriones comienzan a desarrollarse con lentitud dentro de la perra, pero para esta semana deberán medir alrededor de 2-3 cm, por lo que se podrá llevar a cabo la palpación abdominal y percibir varios de los síntomas previamente mencionados: descargas vaginales y/o incremento de las mamas.
Quinta semana (29-35 días)
En la quinza semana el tamaño los embriones será de aproximadamente 5cm, y comenzarán a desarrollarse con mayor rapidez.
Será hora de comenzar a prestar especial atención a la alimentación de la perra y algunos otros cuidados, razón por la cual es conveniente consultar a un veterinario para que el mismo realice la primera ecografía y proporcione las recomendaciones pertinentes.
Sexta semana (36-42 días)
En este punto comienza a tener lugar la calcificación de los huesos, por lo que el veterinario podrá llevar a cabo una radiografía para saber la cantidad de cachorros que la perra tendrá. Además, podremos realizarle una auscultación para escucharlos.
Para esta semana los embriones tendrán más de 6-7 cm, por lo cual el abdomen de la perra comenzará a crecer cada vez más. Será la hora de preparar el nido de la perra y continuar prestando especial atención a sus cuidados.
Séptima semana (43-49 días)
En la séptima semana los cachorros habrán crecido totalmente y será posible apreciar que las mamas ya tienen leche. Resulta bastante conveniente realizar una radiografía en esta semana para poder prever con facilidad cualquier posible problema en el parto. Es probable que la perra empiece a comer menos.
Octava semana (50-57 días)
Para esta semana tener el nido preparado será más importante, dado que la perra comenzará a refugiarse allí con mayor frecuencia. Tiene que haber una apropiada temperatura, además de dejar agua y comida a su alcance.
En este punto, los movimientos fetales serán notables al tacto y comenzará a fluir la leche de forma natural.
Siempre que la perra no se exponga a un innecesario nivel de estrés, será posible darle un baño para garantizar que el momento del parto pueda ser tan higiénico como sea posible. Sin embargo, en caso de observar nerviosismo, lo mejor será usar algún champú de lavado en seco.
Novena semana (58-65 días)
En la novena semana estará muy cerca la hora del parto, por lo que los cachorros se encontrarán completamente formados y preparados para nacer. Resulta esencial que darle espacio a la perra, debido a que en este momento comenzará a esconderse dentro del nido y exhibir una conducta levemente alterada.
Es posible que presente orines involuntarios, contracciones, temblores, secreciones vaginales y vómitos; conviene disponer del teléfono de algún veterinario de urgencias (24 horas) el cual pueda atender a domicilio en caso de ser preciso, dado que ciertos problemas del parto podrían ser realmente graves y poner en peligro tanto la vida de la perra como la de los cachorros.
Comportamiento de una perra preñada
Es importante estar atentos al comportamiento de nuestra perra si está embarazada, ya que el estrés puede causar problemas graves en la salud y el desarrollo de los cachorros. El estrés también puede provocar problemas de conducta de los cachorros cuando sean adultos.
Durante el embarazo de una perra se suele producir un aislamiento social de forma progresiva pues pasará cada vez más tiempo refugiada en su nido, especialmente cuando queden pocos días para dar a luz.
Debemos seguir una rutina con la perra que incluya paseos, juego y muestras de afecto, todo adaptado a su condición. Si vemos que no nos hace caso y que incluso rechaza nuestro contacto, no deberemos forzarla para no generarle ansiedad.
Es necesario saber que la perra puede llegar a mostrarse agresiva hacia nosotros o hacia otros animales y que bajo ninguna circunstancia la debemos regañar. Simplemente intentaremos evitar esas acciones o comportamientos que pueden provocar esa actitud. Si su agresividad empieza a agravarse podemos acudir a un educador canino.
Cuidados de una perra embarazada
Las perras embarazadas requieren cuidados y atención frecuente de sus dueños, sobre todo en cuanto a su confort y alimentación.
Siempre será conveniente consultar al veterinario para que el mismo sirva de guía lo largo de todo el proceso, dado que cada embarazo canino es diferente y cada perra podría precisar algunas atenciones particulares para garantizar su bienestar y el desarrollo apropiado de los fetos.
Alimentación de una perra embarazada
La alimentación de las perras embarazadas consiste en un aspecto esencial para asegurarle un buen estado de salud, al igual que el desarrollo correcto de los fetos, razón por la cual es recomendable que sigas los siguientes consejos para cerciorarte que tu perra recibe los cuidados precisos y disfruta de una gran calidad de vida:
La perra no comenzará a incrementar visiblemente de peso hasta la 5a-6a semana de embarazo; durante este periodo hay que alimentarla del mismo modo que antes del embarazo a fin de impedir que desarrolle sobrepeso, lo cual podría afectar negativamente el proceso de gestación y causar algunos problemas durante el parto.
La perra deberá continuar disfrutando de sus juegos y paseos como de costumbre. Hay que tener en cuenta que los síntomas del embarazo empezarán a aparecer pronto.
Después de los 36-42 días de gestación se deberemos modificar su alimentación ofreciéndole un pienso para cachorros, siguiendo siempre la indicaciones del veterinario. Desde ese momento tendremos que incrementar semanalmente un 5% las porciones de pienso. No olvides que tiene que alimentar a los cachorros de su interior además de a ella misma.
En caso de percibir anomalías en sus heces o un poco de rechazo al momento de comer, podremos optar por brindarle pienso gastrointestinal, latas de comida húmeda o dietas caseras, asegurándonos siempre de darle una porción de pienso para cachorros. Estimular su apetito resulta indispensable, al igual que la hidratación, de manera que siempre debe contar con un cuenco lleno de agua limpia y fresca.
En la etapa final del embarazo, nuestra mascota tendrá cada vez menos espacio dentro de su cuerpo en el que albergar comida, por lo que sería conveniente proporcionarle una porción menor de comida pero incrementando la cantidad de tomas, asegurándonos de reponerlo constantemente para que pueda continuar alimentándose.
No obstante, suele ser habitual que la perra deje de alimentarse durante los días previos al parto.
Después del nacimiento de los cachorros, deberemos continuar alimentando a nuestra perra con pienso para cachorros, aunque según su producción de leche es posible que el veterinario indique o no una fórmula especial.
Consejos para la alimentación de una perra embarazada
Aquí te dejamos unos conejos básicos a la hora de alimentar a una perra que está embarazada:
- Durante la primera etapa debemos darle la misma cantidad y tipo de comida que antes de quedar embarazada.
- Podemos consultar con el veterinario para ofrecerle suplementos nutricionales.
- Se debe evitar el sobrepeso cuando la perra está gestando.
- Si la perra tiene náuseas es mejor dividir sus tomas en más raciones.
- No debemos medicar a nuestra perra sin consultar antes con el veterinario.
- Hay que llamar al veterinario cuando veamos un síntoma poco usual.
Actividades, ejercicio y otros cuidados
A lo largo de las primeras semanas de embarazo, la perra continuará realizando su rutina de paseos y ejercicios con normalidad, aunque deberemos tomar algunas precauciones. Para la 5a-6a semana tendremos que comenzar a disminuir las actividades físicas y optar por alternativas más calmadas en el interior del hogar, pero podemos mantener la rutina de paseos habitual.
El baño se trata igualmente de un factor esencial a tomar en cuenta, puede que te preguntes ¿es conveniente bañar a las perras durante el embarazo? Y como ya mencionamos, resulta aconsejable realizarlo cuando se acerca el final del embarazo, a fin de cerciorarte que el momento del parto sea suficientemente higiénico.
Asimismo, en cuanto al hecho de desparasitar y vacunar una perra embarazada, debemos tener en cuenta que no todos los productos disponibles dentro del mercado son aptos para la etapa de gestación. Sin embargo, consiste en un proceso indispensable para garantizar que los cachorros no sufrirán alguna infestación después de nacer. Por ello es aconsejable que consultes un veterinario para que indique cuándo será apropiado realizarlo y qué productos hay que usar.
Los cuidados emocionales y el afecto resultan igualmente esenciales; por lo que debemos acordarnos de pasar tiempo con nuestra mascota, cuando ella lo permita, a fin de garantizar que posee un estable y positivo estado emocional, lo cual ayudará a impedir el desarrollo de problemas de conducta durante el embarazo.
Nido o paridera para perros
Existen “parideras” para perros, que son estructuras cuadradas, que podemos comprar en las tiendas por un precio entre 50 y 300 euros. Suelen tener un buen aislamiento del exterior y tienen una especie de cilindros que sirven para que no se produzcan aplastamientos cuando nazcan los cachorros.
Tanto si compramos una paridera como si la creamos nosotros, el nido debe estar en una zona aislada de la casa por donde no haya movimiento de personas ni de otros perros. Esa zona debe disponer de luz natural pero sin recibir la luz directa del sol, una temperatura que sea agradable y lejos de corrientes de aire.
En el nido o paridera deberemos colocar un cojín cómodo y mantas, también podemos poner una superficie de plástico (como un hule) encima para evitar que se ensucien.
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